Yo soy la sangre derramada
De todos los dioses,
Soy el hombre muerto,
La humanidad viva,
No tengo valentía ni libertad alguna,
Soy solo la huella,
Soy solo la sombra del dolor
De la muerte que no ha llegado.
No tengo líder ni ley,
No tengo camino ni fe.
No vengas por mí, destino,
No vengas por mí, fatalidad,
Que tengo miedo de tu hora y
De tu orden.
A mí llámenme caos y
Llámenme vacío de
Todo lo innombrable,
Llámenme hombre, llámenme mujer.
Yo soy el respirar ahogado,
Soy el calor en toda literatura.
De entre todos los caminos
Yo soy el más fiel,
El que nunca olvida,
Déjame traerte la miel,
Del vacío,
De la bestia y la piel,
Déjame mostrarte la sangre
Que resbala en tus uñas
Al arrancarte lo más profundo de tu ser.
Este soy yo con mi nombre,
Solo, arrojado en la noche,
Borracho y sin destino,
Soy la promesa neutra de la humanidad.
No tengo futuro porque no hay vida
Después de hoy.
Si se acaba el sol es que no hay mañana
Ni luna que lo defienda.
Estoy muerto, créanme, estoy muerto.