jueves, 6 de octubre de 2011

Con o sin Natalia


Ya pasaron... 15 días. Es mucho tiempo esperando, teniendo en cuenta que no quiero esperar más. La probabilidad de verte de nuevo es una infinita dicotomía, Natalia. No hay mucha diferencia entre el 50/50 y el 100%, podemos verlo en la historia del pensamiento. Ha sido siempre así; como si todo lo que existe pudiera medirse a partir de dualidades: el bien o el mal, Dios o Satán, comunistas o capitalistas, rojos o azules, negros o blancos, ricos o pobres, hombres o mujeres, sacro o profano, sopa o seco, gaseosa o jugo, racionalistas o empiristas, esto o aquello, sin Natalia o con Natalia, vivo o muerto, el espejo o yo. Tal vez lo de los negros o blancos no funcione mucho dado los morenos, trigueños, mestizos, mulatos… que mas da, todos son tipos de gente, qué se yo y todo es lo mismo a fin de cuentas, la única diferencia es con o sin y la síntesis es que falta algo, siempre falta. Todos los días despertamos y falta, falta algo, como si contásemos el tiempo prometiéndonos que terminará. ¿Qué otro motivo puede haber para contar el tiempo sino es para saber cuando se acaba? Finalmente, el círculo tiene un principio y un final aunque reinicie. Lo inventaron infinito porque nunca llegó lo que faltaba, hay que esperar cinco minuticos mas. Creo que a todos nos falta una Natalia… Natalias para todos, en muñecas inflables y en helados con forma de Natalia, libros sobre Natalia, películas de Natalia. No podría decir que ella no es el secreto del universo, a lo mejor es por eso que el sol brilla o hay agua en polvo, agua con o sin Natalia. Puede que haya sido el secreto de mi universo y puede que me este llamando ahora mismo.

-Aló?



  

No hay comentarios:

Publicar un comentario